Posted by : Alberto Fernández diciembre 09, 2013

La empresa del futuro será una empresa gestionada con un claro liderazgo emocional y actitud íntegra. Reconozco que es una afirmación gratuita, porque nadie puede saber cómo será el futuro, pero no se trata de una predicción, sino de una creencia; es mi creencia personal que el día de mañana, la empresa de éxito lo será porque en su esencia más profunda, articulará una teoría del liderazgo basada en lo emocional, pero además, habrá comprendido que no hay otra actitud que la integridad. ¿Por qué ambas características y no otras? Porque entre una y otra, existe una complementariedad y un equilibro natural entre como gestionar lo interno y relacionarse con lo externo.

Al fin y al cabo, una empresa no deja de ser un conjunto de individuos compartiendo un momento determinado de su espacio-tiempo. Sé que no es una definición muy al uso de manuales de organización industrial o sociología de la empresa, pero es la que la experiencia me ha demostrado más sencilla y más certera. Nosotros como individuos, poseemos nuestro propio pedazo de espacio-tiempo que compartimos con el espacio-tiempo de los demás, a veces de manera voluntaria, a veces de manera obligatoria, otras de forma fortuita, algunas por mucho tiempo y otras por muy breves segundos. Y en la empresa ese compartir se hace de una de las formas más intensas y vividas, tanto por el tiempo como por la implicación que en ellas vertemos. Por lo tanto, el liderazgo capaz de aunar todas esas líneas de espacio-tiempo, es decir, a todos esos individuos, ha de ser un liderazgo que conecte a nivel de la inteligencia emocional, porque estamos compartiendo con personas, no dirigiendo departamentos u áreas.

Por otro lado, la empresa como sistema se relaciona con otros sistemas que pueden o no, relacionarse de manera directa con ella. Hay una expresión anglosajona muy usada en el mundo empresarial para referirse a parte de ese entorno con el cual la organización empresarial se relaciona, los "stakeholders". El término fue utilizado por primera vez por el filósofo y profesor de empresas R. E. Freeman en su obra "A Stakeholders Approach to Strategic Management"  y con él quería hacer referencia a "any group or individual who is affected by or can affect the achievement of an organization’s  objectives." ("cualquier grupo o individuo que es afectado por o puede afectar a la consecución de los objetivos de una organización").

INTEGRIDAD. Elaboración propia.
La única forma que existe para conectar la buena relación interna de la empresa (los empleados) con lo externo, (los stakeholders) es a través de una actitud integra. La INTEGRIDAD en este sentido es ser capaz de que lo qué decimos, pensamos y hacemos sean compartidos por el entorno y además, seamos capaces de provocar cambios positivos en el sistema externo en el que vivimos. Ese es precisamente el matiz más importante, el ser capaz de promover cambios positivos en el entorno, ¿por qué?

Porque si no somos capaces de lograr esos cambios, es decir, si únicamente coincidimos en nuestra forma de pensar, decir y actuar con el entorno, estaremos siendo COHERENTES. Algo muy meritorio sin duda y más complicado de lo que puede parecer en un primer momento. La coherencia es el estado desde el cual hay que construir la integridad, ahora bien, debemos ser conscientes de que esta puede o no producirse. Ya que por mucho que lo intentemos, a lo mejor no somos capaces de producir cambios positivos en el entorno.

Hay empresas que pueden quedarse pasos más atrás, como por ejemplo ser CONSECUENTES, es decir, tienen un equilibrio entre lo que piensan, dicen y hacen, pero éstos no coinciden con los del entorno. Pueden ser CONGRUENTES, lo que dicen y hacen están equilibrados con el entorno, pero no con lo que piensan ellos realmente. Este último comportamiento puede llegar a ser muy peligroso, ya que puede derivar en una actitud donde no se discuten o se pasan por el filtro interno los por qué o para qué de las acciones que estamos realizando, propio por ejemplo de las sectas, simplemente, nos dejamos llevar.

¿Está preparada tu empresa para dar ese paso hacia la INTEGRIDAD?

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  1. Buenas tardes Alberto, no puedo estar más de acuerdo con tu artículo y pensamiento. Lamentablemente debemos ser pocos, aún no hacemos ni un equipo de futbol cinco, y realmente, las consecuencias están siendo mucho más previsibles y rápidas de lo deseado. De hecho, tengo pendiente de leer un artículo que va en sentido contrario, al que me apetece mucho hacerle algún comentario de aclaración. La afirmación contraria a tu post me lleva a concluir que es una consecuencia del modelo social actual, hacia el que corremos, más que caminamos. Los valores se han perdido, todo vale, y más que nunca el fin lo justifica todo. Yo sigo fiel a mis principios, y a la coherencia y congruencia que tú plasmas; yo añado, no de mi cosecha, el compromiso, el coraje, la capacidad, claridad y cumplimiento, que a través de la humildad y la autocritica nos conducen a la confianza y al éxito. Mi siempre admirado Prof. Gasalla me ha enseñado esto en su modelo, y lo llevo grabado a fuego, corre por mis venas y es mi motor. Por desgracia, poco de eso se cumple por norma. Y lo vivo y sufro en mis carnes, de hecho, puedo corroborarlo porque hace menos de dos semanas que he dejado mi puesto de trabajo porque estas mínimas condiciones no se dan.
    En un entorno donde cada vez el cliente exige más y más intangibles, desarrollar una estrategia de depredadores es y será un gran error de futuro. El cliente es lo principal, y Kotler lo acaba de denominar en el cliente 3.0. Simplemente basta con echar un vistazo a las empresas mejor valoradas, por clientes externos e internos, y todas ellas tienen en común algo básico, tienen valores, apuestan por las relaciones sinceras y de provecho mutuo, un back-to-back, fácil de verbalizar, difícil de implantar cuando lo que prima es el “yo” y de segundo, el “yo”. La empresa, además de ser lo que bien comentas, es un medio para lograr que la Sociedad también obtenga un beneficio, algo de lo que hace la empresa debe recaer en la misma, sea de la forma que sea. Operar a sus espaldas es un desprecio a la filosofía de Comunidad y Sociedad que debería imperar. Pero llegará el momento en que los clientes juzguen y decidan, si bien, el proceso es tan progresivo que los mismos directivos ciegos, individualistas y vanidosos, no verán hasta que no sea irremediable y les afecte personalmente. Ese momento le llegará a toda empresa que tenga por principio la depredación del cliente. Lo emocional es intangible, a primera vista, por eso hay tanto ciego e incapaz de ver la que se le viene encima.

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  2. I cannot agree more, Pablo.
    The "here and now" is a trendy topic, unfortunately

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