Posted by : Alberto Fernández agosto 02, 2014

Las reglas de juego han cambiado, ¿no lo sabías?, tranquilo, te las vamos a contar. A modo de resumen, diré que el actual entorno al cual se enfrentan las empresas se caracteriza por cambio, rapidez, funcionalidad y dispersión del conocimiento. Ello supone que las compañías tienen ante sí uno de los retos más importantes para su supervivencia, la adaptación al nuevo entorno. Pero, ¿cuáles son las características de ese nuevo medio en el cual deben actuar las organizaciones? Veámoslo.

Un entorno basado en el caos que rompe con la linealidad de los procesos, los hechos causa-efecto ya no tienen la misma capacidad explicativa y predictiva que en el pasado. La estadística tradicional, al igual que la matemática de sistemas lineales basada en el cálculo diferencial, ha perdido poder predictivo ante la cada vez mayor presencia de hechos que muestran una naturaleza caótica y cambiante.

Los cambios en el sistema son constantes, veloces y en algunas ocasiones se producen mediante estallidos inesperados, rupturas disruptivas,  que reconfiguran por completo la forma de pensar, decir y hacer las cosas, por ende, los modelos de negocio. En los últimos años se han producido procesos disruptivos que han cambiado por completo las formas de modelos de negocio tan establecidos como el ocio, los viajes, las comunicaciones, las finanzas y un amplio etcétera.

Los mencionados estallidos disruptivos fomentan aún más la aparición de nuevos estallidos disruptivos ya que acaban afectando ya no solo a la forma de hacer negocio, sino también a la forma de entender y explicar conceptos de aspecto más filosófico y espiritual.

El conocimiento es un proceso disperso, diverso e inabarcable que va mucho más allá de la simple posesión o capacidad de obtener información. Ya no cabe la posibilidad de acotarlo o imponerle límites, pues estamos empezando a comprender que todo lo que nos rodea es información y por tanto, todos podemos llegado un momento, obtener conocimiento de ese caudal de información cada vez más profundo y extenso.

Crecer para ganar fuerza pierde sentido cuando de lo que se trata es de responder de forma rápida y veloz a los cambios, por lo tanto, los sistemas jerárquicos piramidales y burocráticos ya no son eficientes. Las grandes empresas multinacionales, si bien pueden contar con fortalezas como un gran músculo financiero o capacidad de presencia en el mercado, se enfrentan sin embargo, a nuevas formas de negocio donde las más pequeñas entran y salen de los mercados a una velocidad de adaptación y cambio a las que las grandes corporaciones no saben responder.

Las figuras tradicionales de jefatura, liderazgo, producto, servicio, modelo de negocio, proceso, equipo y cliente han perdido sus propias demarcaciones, esto significa que las fronteras entre los conceptos se han vuelto difusas y por tanto, están elaborándose nuevas definiciones para entender los nuevos ámbitos de actuación. Esto es una de las más claras manifestaciones de ese conocimiento disperso.

La racionalidad ha perdido su trono y exclusiva legitimidad a la hora de la toma de decisiones. Producto de la incapacidad de explicar acontecimientos no lineales con herramientas racionales que se basan en exclusiva en métodos matemáticos lineales, los responsables de las tomas de decisiones han ampliado su mirada hacia otros campos como las emociones o lo inconsciente. Aportaciones de campos antes no tenidos en cuenta como la neurociencia, la psicología, la filosofía o las ciencias sociales están desplazando poco a poco a las figuras tradicionales en la toma de decisiones y planificación de las mismas como eran los ingenieros industriales, los economistas o los matemáticos. Junto a los campos más afines a las ciencias sociales, cabe destacar la cada vez mayor influencia y poder de los ingenieros informáticos y expertos en tratamiento de la información y los generadores de conocimiento.

Lo que hoy es válido, mañana puede ya no serlo. No hay por tanto, verdades en el sentido absoluto a la hora de llevar a cabo las tareas en una organización,  lo central es la funcionalidad, es decir, si funciona es válido, si no, cámbialo hasta que funcione. Los métodos de trabajo deben volverse ágiles y adaptables a las necesidades puntuales de cada proyecto e incluso de cada área, departamento e incluso, persona que compone la organización. El cada vez mayor éxito de metodologías ágiles demuestra que las viejas formas de actuar están desapareciendo.

Ante esto, las organizaciones deben responder de la siguiente forma (Dolan et al, 2003):

1.- "Todos podemos jugar y crecer": alcanzar metas y principios compartidos
2.- "Sin miedo al futuro y el caos": Generar confianza en el manejo de la incertidumbre
3.- "Be agile, my friend": Trabajar con flexibilidad
4.- "Juega y aventúrate": Explorar situaciones caóticas para desarrollar la  creatividad y la innovación
5.- "Lo bueno si es breve...": Simplificar reglas y estructuras
6.- "Yo mi me conmigo mismo": Auto-organización
7-. "Si quieres llegar lejos ve acompañado": Estimular la participación y colaboración
8.- "Se coherente e íntegro": Crear responsabilidad social
9.- "Lo primero son las personas": Crear alta calidad de relaciones interpersonales
10.- "Usa tu cabeza y también tu corazón": Cumplir con bienestar aspectos éticos y emocionales 

Y en Smartrategy te lo contaremos y explicaremos todo para que puedas adaptarte sin problemas.

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